El Malbec es la variedad insignia de Argentina y la que mejor representa el paladar local: desde el 2011 es la cepa más cultivada en el país, y se ha posicionado como líder en volumen, calidad y exportaciones a nivel mundial.
Destacado por su color oscuro intenso y su explosión frutal, el Malbec ofrece una amplia gama de perfiles aromáticos asociados a las condiciones específicas del terroir. En general, sus aromas recuerdan a cerezas, frutillas o ciruelas, pasas de uva y pimienta negra en algunos casos con reminiscencias de frutas cocidas (mermelada). Añejado en madera, adquiere notas de café, vainilla y chocolate. En boca tiene la capacidad de llenar el paladar gracias a sus taninos dulces, sedosos y envolventes.
Refinado, vigoroso y equilibrado, el Malbec da origen a una diversidad de estilos que reflejan su gran potencial. Es el tinto por excelencia para acompañar cualquier plato: desde el tradicional asado argentino o la típica humita a base de maíz del norte del país, hasta platos internacionales como pastas, pizzas, tamales o sushi.